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Katara ha aprendido a controlar la sangre, pero desde ese día se siente muy extraña ya que siempre está muy caliente, los senos le han crecido muchas más que antes, además de que su coño no para de lubricar mucho, un día no se pudo contener mas y le pidió a Sokka que le metiera la verga, la única forma de calmar esas ganas es follando bien rico, al verla le metió la verga por la mitad de los senos, es la mejor paja rusa que le han hecho en toda su vida, pero la muy perra aprovecho para poder metérsela en la boca, se la succiona con toda la fuerza que tiene, de verdad que es demasiado buena para ser verdad, después de que le sacara toda la leche que tenia dentro, Katara abre sus piernas para que se la meta hasta el fondo, mientras le daba con fuerza no paraba de decir que la cogiera sin compasión, necesita que le dé con todo lo que tiene, le ha dejado el hoyo relleno de mucho semen también, pero aun así le siguió dando hasta que pudo llegar al climax, lo ha dejado todo cubierto de mucho flujo fresco y sabroso.