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Una cría minera, aparentemente inocente, es adicta a las fiestas de té. Sin embargo, lo que empieza como una inofensiva proposición a una taza de hierbas, termina en una sesión sadomasoquista aplicada a dos voluptuosas y cachondas mujeres que caen en su ingeniosa trampa. Estas mujeres son engañadas por la niña que con su coqueteo y juego infantil puede asombrar y poner bien cachondo a cualquiera con sus verdaderas intenciones. La caliente niña toma a las maduras guarras y las hace víctimas de sus más dolorosas y excitantes perversiones, electrificando sus cuerpos, azotando sus deliciosos culos y sobretodo llenando sus pezones y su jugoso coño de mucho sudor y saliva. La niña siente mucho placer al probar las partes de las ya desarrolladas mujeres, y disfruta oler y saborear de todo su jugo alrededor de la moldeada figura de ellas, e incluso las penetra con coños artificiales. Ahora la niña vuelve a su juego inicial, la fiesta del té con sus coquetos peluches, mientras utiliza como mesa y silla a las guarras mientras penetra y tortura a ambas muy cruelmente. Todo esto hace excitar mucho a la joven minera, que disfruta cada segundo que pasa con sus nuevas “mascotas” sexuales.