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Un pequeño grupo de amigos comparten distintos momentos de alegría y placer, las hembritas son codiciadas de acuerdo a las tetas y culos que tengan. Todas las chicas quieren llamar la atención de los chicos grandulones y musculosos. A Ester no le dan ni una mirada, la chica no llama la atención de los muchachos, ellos están pendientes de los cuerpos esculturales. Ester con la autoestima bastante alta se maquilló, levantó las tetas, se colocó unas minifaldas, unos zapatos altos y pasó por el frente de los chicos dejándolos boquiabiertos, jamás llegaron a pensar que bien arreglada está más divina que todas. Loui, el chico más codiciado creyó que Ester se derretía por él  pero ella prefirió al amigo Cerdo. Le agarró la polla se la metió en la boca, le pasa la lengua, la saborea y después la mama hasta el cansancio para herir al machote de Loui. Cerdo se disfruta el tremendo coño de Ester mientras solo podía mirar nada más. Gran lección le dio la chica. Después inclinada hacia adelante le pide a Cerdo que le entierre duro la polla en la concha. Tremendo castigo le imprime Ester al bonito del grupo, el creía que todas la mujeres se babean por él.