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Pedro Picapiedra fue a la casa de su amigo Pablo a buscarlo, ahí se encontraba Betty haciendo los deberes del hogar y le dice a su amigo que su esposo no se encuentra. La cara de Pedro se ilumino y tomo de la espalda a Betty, la desnudo y comenzó a manosearla, la inclino y el comenzó a chuparle y lamerle el delicioso culo que esa mujer tenía y después pudo saborear el húmedo coño sudado de esta mujer. Ya él había acabado con su presentación y ahora era el turno de su amiga de mostrarle sus habilidades, él se sienta en un sillón con la polla dura apuntando la cara de ella y con mucho placer comenzó a mamárselo, él tenía una verga muy grande y su sabor era exquisito para su amante. Pedro se sentía muy excitado cada vez que ella rosaba su glande y este se estremecía gritaba ¡DABADABADUUU! Tras acabar con este exquisito sexo oral que esta mujer le proveía, se dispusieron a follar, mientras que el penetraba su coño metía uno de sus dedos en el culo de esta traviesa señora, Pedro era un experto follando, acariciaba muy bien las tetas de Betty causándole un perfecto orgasmo, el bombeaba muy rápido el coño de ella y antes de correrse se sacó la polla y derramo su leche en la cara de ella. Lo que ellos no se imaginaban es que Vilma y Pablo también les eran infieles.