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Marge y Lisa Simpson ahora se dedican a vender galletas y golosinas de casa en casa como niñas exploradoras, estaban tocando el timbre la casa número 6969, de allí salieron dos adolescentes. Los métodos para vender estas golosinas, era seduciéndolos y darles un poco de poder femenino, ellos podían comprar todo lo que se les apetecieran, así que se adentraron a esta casa. Madre e hija tomaron para sí mismas un hombre, ellos estaban muy cachondos, su pollas estaban a reventar, mientras que uno de ellos le lamia el coño y jugaba con el clítoris a lisa, como si fuera un animal hambriento, Marge se deleitaba chupándole la polla al otro chico, que se retorcía de placer cuando esta mujer se metía en su boca aquellas bolas llenas de vellos. Seguidamente tenían que drenar todas esas energías, el culo de Marge fue un agujero lleno de intenso placer, para después quedar saciada mientras su vagina era bombeada. Por otra parte Lisa recibía la polla del otro chico, estaba muy feliz de cumplir 15 años y compartir algo en común con su madre, esto era el trabajo en equipo