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George a llegado a casa con las maletas de ropa que compro su hija Tania, de inmediato la madre se molesta porque es demasiado, Luisa se mete en el cuarto para tener un poco de sexo, pero como siempre George no duro ni siquiera un minuto, se molesta porque ya no lo hace como antes, lo que ella no sabe es que su cuerpo ya no lo excita, así que Luisa se viste para irse con unas amigas, en eso entra su hija nota la cara que tiene su padre, los dos empiezan a hablar y él le cuenta todo, Tania noto que podía hacer que a su padre se le pusiera bien dura, después de eso se quito toda la ropa para que se la metiera, George se sentía muy emocionado porque jamás en su vida la había tenido tan erecta, la puso a gemir como si fuera una perra, de verdad que le está dando justo en el punto G, le acabo una buena cantidad de semen en ese coño, Tania se la metió en la boca para ponérsela dura de nuevo, quiere que le siga dando pero por el ano, ahora no puede dejar de follarse a su querida hija.