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Esta rubia se ha obsesionado con las pollas negras y jugosas, así que ahora todo hombre que ve que sea negro lo seduce, todo es para poder meterse una nueva polla en su coño, fue tan extremo todo lo que hizo, que hasta el director de su universidad paso por ese coño, le do tan duro que la hacía gritar como la perra que es, su coño jamás se había puesto tan húmedo y rojito a la vez, pero apenas lo hizo acabar se trago toda su leche, ahora va por el siguiente objetivo de esta chica, no es nada más que su propio entrenador del gimnasio, se le sentó encima poco a poco para que le metiera la verga, le dolía tanto que le tuvo que decir que parara, pero el hombre lo que quería es darle duro por ese coño, quedo con su coño más que desflorado, no pudo caminar por varios días ya que le dolía todo su cuerpo, pero al pasar los días volvió para el gimnasio, no para hacer ejercicios como antes, si no para que su entrenador le meterá la verga de nuevo, para ella eso es lo mejor de toda la puta vida.