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Este musculoso hombre, estaba completamente feliz de tener como amante a una espectacular serpiente, este reptil tenía unas grandes tetas, una vagina deliciosa y una lengua viperina fenomenal. Ella era muy sensual, se deslizaba por el suelo seduciéndolo, ambos se amaban, sus miradas se conectaban y su veneno no lo dañaban, unían sus cuerpos desnudos, las escamas de este animal eran excitantes para él, ella acariciaba con sus garras, el delicado cuerpo musculoso de su hombre, su ritual sexual era común, comenzaban besándose, sus lenguas se unían y estrechaban lazos de saliva, seguidamente comenzaban de degustar sus paladares con los sabores de sus genitales, hacían un candente sesenta y nueve, ella sabía cómo hacerlo temblar, enrollaba su lengua en todo el falo de su hombre y lo apretaba, los fluidos que salían de ella era deliciosos y afrodisiacos, ningún hombre tendría tal maravilla en su lengua. Sus coño era tan jugoso que la penetración no se dificultaba, el cabalgaba sobre ella y le introducía lo mas que pudiera su polla, esa serpiente se retorcía y revolcaba en suelo, las ondas que su cuerpo producía eran fantásticas, él no duraba mucho en eyacular dentro de su hembra y debía limpiarla con su lengua, le chupaba todo el coño mientras ella apretaba sus pezones.