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Sandra tiene mucho tiempo sin tener un poco de sexo, así que lo único que hace es tocarse bien rico todas las noches, su coño siempre lubrica de una manera fenomenal y eso le gusta, una noche sale con su mejor amiga a una discoteca, quiere distraer su mente un rato para pasarla muy bien, conoce a un hombre que le llama mucho la atención, es tanto así que después de tomarse unos tragos, el se la lleva para su casa a pasarla mucho mejor, se empiezan a besar poco a poco mientras el placer aumenta, apenas le vio la verga se la metió en la boca, las ganas que tiene de hacerlo son fenomenal, es la polla más grande que se ha metido en toda su vida, no paraba de gemir con todas las ganas del mundo, este hombre es lo mejor que le ha llegado en su vida, a la mañana siguiente le dio otra follada increíble, se ha enamorado por completo de esta mejor, pero para suerte de este chico la mujer también lo está, quien iba imaginar que encontraría al amor de su vida en una discoteca, se siente como toda una perra cuando está con él.