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Marcos se levanto temprano para desayunar y leer el periódico, vio que su esposa cargaba un lencería muy sexy, no pudo resistirse en caer en esta tentación y la tomo para degustar de su apetitoso cuerpo. Le dio varios besos en la cadera, le chupo las tetas, la desvistió y la coloco sobre la mesa. En este lugar la abrió de piernas para saborearle el duce coño que ella poseía, mientras su lengua jugaba dentro de su mujer, sus gruesos dedos masculinos estimulaban el clítoris, provocándole un excelente estado de excitación a esta preciosa rubia. La coloco en cuatro patas, mientras que le lamia el culo, metía dos de sus dedos en la vagina, follándola para dilatarla, le encantaba lo que su esposo le estaba haciendo y deseaba profundamente que le metiera la verga. Ella le quito la bata, en seguida el pene de este sujeto dio un salto, ella lo chupo como si fuera un caramelo, era una mujer muy golosa, no desperdiciaba ni un centímetro de esta verga y se consolaba metiéndose los dedos en el culo y vagina. El se coloco detrás de ella, abrió sus nalgas y le metió la polla en el culo, luego cambiaron de posición y ella cabalgaba elocuentemente, hasta que su coño fue saciado por este hombre.